jueves, 29 de abril de 2010

Barça

Es una lástima que ese espíritu positivo y conciliador que acompaña habitualmente las declaraciones de Josep Guardiola no sea compartido por sus jugadores.

La primera pifia en esta vuelta de las semifinales de la Champions 2010 la hizo Piqué con unas agresivas declaraciones, de sentido contrario a las de Guardiola, aumentando la tensión y obligando a una corrección pública de Guardiola ("los jugadores del Inter no van a odiar esta profesión").

La segunda la ha cometido el público, silbando a Ibrahimovic al ser éste cambiado.

La tercera la ha cometido Valdés, al intentar impedir que Mourinho expresase libremente sus emociones. Lamentable.

Del partido en sí, lo único bueno fue el golazo de Piqué (en fuera de juego...).

Tal como están los reglamentos y actuaciones arbitrales, hay que convenir que esa formación militar de la escuadra de Mourinho fue todo un logro. Habría que lograr una adaptación al fútbol de la norma del campo atrás.

Eto'o, te añoramos.





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